Siguiendo con la historia que comenzamos en publicación titulada «Consulado en Chile vulnera derechos al bloquear a ciudadanos de redes sociales», y luego bajo el titular «Embajador colombiano en Chile podría ser cómplice y responsable por estos hechos», continuamos contando al detalle los hechos denunciados contra la Sra. María Antonia Pardo, y Sebastián Camilo Guanumen Parra, Cónsul y Embajador de Colombia en Chile respectivamente, y la Cancillería colombiana.
Hechos denunciados por Natalia Molina Morales, madre y migrante colombiana, activista y lideresa social, Empresaria, trabajadora comunitaria, y Delegada de la Mesa Nacional de la Sociedad Civil para las Migraciones.
Lee hasta el final y descubrirás como, Migrante colombiana denuncia a la Cónsul en Chile, y pide protección al Presidente.
Natalia Molina presiente que su vida está en peligro.
Natalia, presintiendo que su vida está en peligro, dada la presunta persecución, exclusión, discriminación y difamatoria que al parecer está ejerciendo la Sra. María Antonia Pardo Jiménez, Cónsul en el Consulado de Colombia en la ciudad de Santiago de Chile en Chile, con la complicidad de otras altas personalidades, de las cuales una de ellas es nombrada en esta denuncia, pidió auxilio al Presidente Gustavo Petro.
En la nota/denuncia que envía Natalia al Sr. Presidente Petro (Radicado EXT25-001175748, del 20 de noviembre de 2025), poniendo en conocimiento los hechos y pidiéndole protección para ella y su familia, involucra con pruebas, según ella, a la actual Representante a la Cámara por los colombianos en el exterior, Carmen Ramírez Boscán.
Apartes de la nota/denuncia enviada al Presidente Petro:
Comienza Natalia confesándole al Presidente algo profundamente personal; le cuenta que ha sido una trabajadora incansable de su proyecto político durante más de quince años, aun sin sueldo ni garantías, movida únicamente por la convicción de que Colombia merece un país con justicia social. Le dice que lo ha acompañado desde el Congreso, en su Alcaldía y en cada causa justa que según ella, él ha defendido.
La denunciante y el Presidente Petro se conocen personalmente.
Agrega que «Tuve el honor de conocerlo en Chile durante la campaña electoral. Ese día hablé sobre resocialización, cárceles y dignidad humana. Usted recibió un cojín de lechona que le regalé, me abrazó y sentí que conocía mi historia sin que yo dijera más. Compartí con usted que jamás quise cometer un delito. Mi sueño era estudiar, pero en 2008 la USAID —que financiaba educación— no aceptaba perfiles como el mío».
Le dice igualmente que «También nos vimos en su última llegada a chile , donde lo abracé y le doy la niña de la lechona, usted me abrazó también y le dije en el oído señor presidente: por favor no confíe en María Antonia pardo , espero pueda recordarme».
Luego de ser asesinado el padre de uno de sus hijos, Natalia comienza su liderazgo social.
Le cuenta Natalia al Sr. Presidente en su misiva, que es víctima en un caso nunca resuelto, cuando un grupo de desmovilizados secuestró y asesinó al padre de uno de sus hijos. Ese hecho marcó su vida y la convirtió en lideresa social. En ese camino conoció a Tamara Ospina Posse, actualmente Viceministra de las Mujeres del Ministerio de Igualdad y Equidad, quien puede dar fe de sus años de trabajo, siempre desde la coherencia y la convicción, nunca desde una nómina.
Esta aguerrida mujer, víctima de posible discriminación y ultraje por parte de funcionarios estatales, no le escribe al Presidente Petro para pedirle trabajo ni plata, le escribe para ponerle en conocimiento estos hechos, a la vez que le pide protección para su vida y la de sus hijos.
Natalia Molina pone en conocimiento del Presidente colombiano, lo que muchos ya conocemos, que es una permanente defensora de los recursos públicos, que denuncia irregularidades y cumple con su rol de veedora del programa «Casa Colombia» y otros proyectos administrados en el Consulado de Colombia en Chile bajo la responsabilidad de María Antonia Pardo.
«Tengo pruebas contra la Cónsul María Antonia Pardo»: Natalia Molina Morales.
Refiriéndose a la Cónsul de Colombia en Chile, le dice la denunciante al Presidente que, «Sobre esta funcionaria tengo pruebas que apuntan a presuntos delitos graves como corrupción, tráfico de influencias, hostigamiento y posibles maniobras irregulares que afectan directamente al Estado colombiano».
Con tristeza, dolor y desespero, le dice a Petro que «Por ejercer control ciudadano, he sido sometida a hechos que constituyen presunta persecución política e institucional. Me han intentado destruir lenta pero sistemáticamente, sin importar mis hijos, mi familia ni mi vida».
«Por canales diplomáticos solicitaron mi extradición».
Y lo más grave; dice Natalia, «Mediante el uso indebido de canales diplomáticos lograron activar una orden de extradición que no cumple con los requisitos establecidos en el Tratado de Extradición, la Convención de Viena ni los estándares de derechos humanos que usted y yo defendemos».
En un lamento desgarrador, esta Líder social escribe en su carta, «Señor Presidente, temo por mi vida».
Natalia quiere y necesita que el Presidente Gustavo Petro se entere que la audiencia de extradición está fijada para el próximo 28 de noviembre, y teme ser enviada a Colombia sin garantías, donde podría ser silenciada como tantos líderes y veedores.
La denunciante víctima de estos hechos está embarazada de 5 meses, y con pronóstico de «Embarazo de alto riesgo».
Y hay algo que también le cuenta al Presidente, porque aumenta su vulnerabilidad a un punto extremo. Está embarazada de cinco (5) meses, por lo que su salud y la del bebé podrían verse gravemente comprometidas con cualquier decisión apresurada o tomada sin garantías».
Desesperada, Natalia Molina le dice al Presidente en su nota, que, «Además, llevo nueve años sin siquiera una multa de tránsito, sin un solo incidente, sin una sola falta. Soy empresaria, genero empleo, he construido un proyecto de vida digno y he sacado adelante a mis hijos sola, en un país donde empecé de cero, sin apoyo, sin familia y con todas las barreras imaginables para una mujer migrante».
Natalia solicita en la misiva una audiencia personal con el Presidente, o con una instancia institucional en la que pueda entregarle más pruebas, donde sus abogados puedan exponerle las graves irregularidades cometidas en su contra, y donde pueda demostrar que ésta persecución nace exclusivamente de su labor de control ciudadano.
Líder Social acusa directamente a la Congresista Carmen Ramírez Boscán, de reactivar con artimañas su extradición.
Natalia Molina adjunta a su carta evidencias, e incluye, ojo con esto, la solicitud presentada por la Representante a la Cámara por los colombianos en el exterior Carmen Ramírez Boscán, que en palabras de la propia demandante, fue sustentada en información falsa y tramitada de manera irregular para activar su extradición.
Documentos oficiales que reposan en nuestro poder, nos dicen que la fiscalía le responde a la Congresista que los casos de Natalia están archivados hace 9 años; pero ella, no se sabe aún cómo, pero lo estamos averiguando, se vale de «algo» para conseguir una orden de extradición en contra de la referida.
Se despide Natalia del Sr. Presidente diciéndole que confía en él, y que espera que sus años defendiendo su proyecto no se traduzcan hoy en silencio ante la injusticia que amenaza su vida, la de su bebé, y sus otros hijos.
Esta historia no termina aquí.
Amigo lector, esto no termina aquí, pues el material que tenemos para continuar divulgando esta historia es abrumador. Todos los documentos y testimonios que tenemos en nuestro poder, nos indican que los hechos contados por Natalia Molina Morales pueden ser totalmente ciertos. Obviamente, a la espera que las respectivas autoridades judiciales y disciplinarias lo confirmen.


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