Muchos tendrán varias respuestas a esta pregunta. Seguro alguno dirá que es una curul importante para representar a quienes nos fuimos del país y que queremos que nuestra voz sea escuchada en el congreso de Colombia. Otros dirán que desde su concepción no ha servido para nada, excepto para ser un voto más del movimiento de turno del momento y que los políticos en Colombia poco o nada les importa la curul.
Yo diría, por ejemplo, que en la actualidad es lo segundo, y no precisamente por quienes han ocupado dicho cargo, si no por la misma dinámica en que se eligen a quienes ocupan esos cargos.
En los últimos 20 años hemos visto varios representantes, unos mejores que otros y claramente uno que otro nefasto. Pero esta columna no es para calificar lo nefasto o bueno de un representante, si no para hacer hincapié en la forma en que los partidos políticos y lideres en Colombia ignoran la curul de los colombianos en el exterior.
Pero ojo, esto no solo sucede con la curul de los colombianos en el exterior, sino también con las curules de circunscripciones especiales que al final son curules tratando de representar a un grupo enorme de ciudadanos, en el caso de las negritudes e indígenas es casi igual.
Partidos y liderazgos de papel usan esas curules para impulsar agendas políticas que no tienen nada que ver con la intención del Constituyente en la constitución del 91 al establecer esas curules para poder representar a poblaciones subrepresentadas.
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En el caso de los colombianos en el exterior vemos como en todos los periodos, contando con el existente, los y las congresistas dedican un porcentaje enorme de su gestión legislativa para intervenir en otros temas lejanos de los intereses de sus representados. Y, al indagar, la respuesta siempre ha sido que también deben legislar en temas que tienen que ver con Colombia y otras regiones. Y esto pueda que sea cierto, pero la realidad es que cuando el porcentaje de proyectos de ley propios y de coautoría es superior para temas no relacionados con su región, entonces es cuando la intención del constituyente de abrir espacios de representación y participación a poblaciones subrepresentadas se queda corta o simplemente inexistente.
Lleva ya varios años la curul y hasta la fecha no hay mucho que destacar. Si, se han hecho cosas, y eso no se le podrá negar a quienes han hecho el intento, pero necesitamos una mejor representación para que realmente estemos en la agenda nacional. Ya que nos fuimos del país, pero seguimos siendo colombianos.
La constitución del 91 nunca estableció que al irnos del país debemos ser ignorados o dejados a un lado como quienes solo enviamos remesas. No, también tenemos derechos, y esa curul debe ser ese nexo de representación entre el exterior y Colombia, pero al parecer eso no está muy claro para muchos partidos políticos y lideres en Colombia. Y eso debe ser la prioridad para estos legisladores que mucha veces ven al representante por los colombianos en el exterior como un “ALIEN” o “EXTRATERRESTE” ya que pocas veces entienden los temas o le prestan atención a las iniciativas presentadas por quienes nos han representado por años, eso sin mencionar, que se llegó a tener dos curules, y nos dejaron con una sola dejando a la diáspora en una crisis de representación.
Entonces preguntarán ustedes, ¿Qué solución hay?
Pues hay que saber elegir y convocar a los partidos a que personas idóneas, con conocimiento del tema migratorio, que realmente hayan trabajado los temas y que tengan verdadero liderazgo lleguen a representar a la diáspora colombiana en el congreso.
Lo que hemos visto en los últimos años han sido personas que se han subido al bus electoral del momento (Bus Uribe, Bus Santos, Bus Duque, Bus Petro), y han sido escogidos por un grupo de personas en Bogotá ajenas a la realidad migrante, no por la diáspora, y son puestos a consideración del electorado, sea por favores, por amistad, o por intereses regionales para que con la popularidad del candidato a la presidencia, arrastre los suficientes votos y logre la curul para el partido del gobierno de turno.Un voto en el congreso vale oro como dicen por ahí.
Pero esa realidad deja a los colombianos en el exterior sin voz ni voto, subrepresentados y olvidados. De ahí la importancia de crear conciencia y que usemos la curul para realmente avanzar una verdadera agenda migratoria.
(Vea aquí, “La empresa más grande de Colombia en el exterior, conformada por colombianos invisibles.”)
Lo visto después de 20 años o más, está lejos de representar los verdaderos intereses de los colombianos en el exterior. Por eso, la sugerencia a la actual representante es que se sepa rodear, que asuma los temas de la migración sin una agenda partidista, y que logre convencer a sus compañeros legisladores que nosotros queremos ser bien representados, que hay dos años por hacer mucho, pero dependerá de ella y su capacidad de gestionar.
Aún creo que se puede, pero hay que construir los espacios, hacer el seguimiento y concentrarse de lleno en la agenda de la diáspora, y ahí, encontrará todos los aliados para hacerlo, pero de seguir en la misma senda de sus antecesores, entonces llegaremos a la triste conclusión que esa curul en realidad no está cumpliendo su objetivo y deberemos repensar como queremos ser representados en Colombia hacia el futuro.
Por:
Cristhian Mancera Mejía
Abogado y director Red Servicolex
Concejal Distrito 11 Condado Miami Dade -EE.UU-
https://cristhianmancera.com/
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