Como bien es sabido, desde el mes de Febrero de 2019, los Gobiernos de Colombia y Venezuela rompieron relaciones diplomáticas, trayendo entre otras desafortunadas consecuencias que los funcionarios destinados a nuestra Embajada y Consulados allí, salieran de ellas y regresaran a Colombia. Y si bien los mas afectados de esta situación fueron y siguen siendo nuestros connacionales residentes en ese País, también se ha afectado enormemente nuestro Erario Público, toda vez que algunas de esas Sedes son en propiedad, y su sostenimiento es muy elevado. Sostenimiento que incluye vigilancia, limpieza, etc., y que por obvias razones debe realizarse. Además, las sedes que se encontraban en alquiler al momento de romper relaciones con Venezuela, deben igualmente seguirse sosteniendo, tanto su arrendamiento como demás gastos, asi no haya personal desempeñando funciones al público en ellas, pues como bien dice el Ministerio de Relaciones Exteriores, “se está a la espera de la evolución de la coyuntura actual entre los dos países”. El problema es que mientras esté Nicolás Maduro en el poder venezolano, e Iván Duque en el colombiano, es prácticamente imposible que esas relaciones diplomáticas vuelvan a la normalidad.
Si bien las relaciones con Venezuela se rompieron en Febrero de 2019, las sedes donde funcionaban la Embajada y Consulados quedaron desalojadas de funcionarios a partir de Marzo del mismo año, y a la fecha continúan asi.
Los datos que ofreceremos a continuación, fueron suministrados por la propia Cancillería colombiana, extrañando que solo nos los haya enviado a corte de Octubre de 2019, y por lo tanto carecemos de información sobre el tema de los meses Noviembre y Diciembre de 2019, y lo corrido del presente 2020, aunque mas adelante para otro informe los pediremos. Veamos:
Los terrenos y la casa de la embajada de Colombia en Caracas, destinada a residencia, fue adquirida en el año 1973, por un valor de $568.947´716.427. Y la sede donde funcionan las oficinas de la embajada, también en Caracas, fue comprada en el año 1998 por
$3.618´583.743. Por su parte el edificio y terrenos donde se haya el Consulado colombiano en Caracas, fue adquirido en el año 1987 por un valor de $340.842´798.919.
El total por la adquisición de esas propiedades en su momento ascendió a
$913.409´099.089, y extrañamente, de acuerdo a los libros de Registro del Fondo Rotatorio del Ministerio de Relaciones Exteriores, al día de hoy cuestan $906´238.770.972. Es decir, que han sufrido un devalúo o desvalorización de $7.170´328.117. Aunque tratándose de Venezuela no nos sorprende, pues conocemos muy bien la situación que vive ese país.
Las demás sedes de Consulados colombianos en Venezuela son en alquiler.
Mas detalles sobre el particular, y demás propiedades del Estado colombiano en el exterior, de algunas sedes de Embajadas y Consulados, las estaremos publicando en un próximo artículo.
Del mes de Marzo a Octubre de 2019, los gastos por sostenimiento en general de esos inmuebles, en propiedad o alquiler, sin estar funcionando al público, fue de US$263.652 = $790´956.000. Redondeado, creemos que desde hace 11 meses en que dichas propiedades llevan “desocupadas”, han tenido un costo en gastos de $1000.000.000 aprox., y seguirá siendo el valor de sostenimiento por cada año de más que continúe el rompimiento de relaciones diplomáticas con Venezuela.
Mientras que los servicios públicos, vigilancia y demás sostenimiento de esas sedes, por simple lógica aumentarán anualmente; como ya se ha visto las que son de propiedad nuestra se siguen desvalorizando.
Al día de hoy, con la información que reposa en nuestro poder, de no tener una aclaración por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores, en especial sobre el devalúo o desvalorización que han tenido nuestras propiedades en el exterior, donde se encuentran las sedes de algunas Embajadas y Consulados, desde su adquisición a la fecha, tal y como aparece en los libros que contienen los Estados Financieros de esa Cartera ministerial, elaboraremos un minucioso informe y será remitido tanto a la Contraloría de la República como a la Procuraduría General de la Nación, pues consideramos que debe abrirse una rigurosa investigación sobre estos hechos.
Es imposible, salvo en Venezuela, que nuestras propiedades, adquiridas hace 2, 4, 6, 10, 20, 40 y más años, en vez de valorizarse hayan tenido un devalúo considerable. Aunque también se deben revisar los precios de compra, pues creemos son muy elevados para las fechas en que se adquirieron. Pero bueno, eso ya le corresponde a los Entes de investigación.
Fuente: Cancillería colombiana: Radicado S-GSE-19-050843 del 16 Dic. 2019
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