Se dice que los más grandes poderes en el mundo son, el poder del conocimiento, el poder del dinero, y el poder político, e incluso que es a través de dichos poderes que se maneja al mundo. O que el mundo permite que lo manejen.
De esos tres poderes, los más de CINCO (5) MILLONES de COLOMBIANOS residentes en el exterior cuentan con el del conocimiento, adquirido en su trayectoria alrededor del mundo como emigrantes, dada su experiencia en diferentes campos.
A raíz de ese poder, cuentan igualmente con otro muy poderoso, como es el “Poder económico” (La empresa más grande de Colombia en el exterior, conformada por “Colombianos Invisibles”), pues véase que no solo consiguen para su sustento diario en el país donde residen (Vivienda, alimentación, educación, y otros gasticos que pudieran tildarse de suntuosos), sino que en la mayoría de los casos son quienes sostienen a sus familiares en Colombia. Además, y como si fuera poco, al día de hoy conforman el primer renglón de entrada de divisas al país, gracias a los casi DIEZ MIL MILLONES (USD 10.000.000.000) DE DÓLARES que envían anualmente, coadyuvando con el crecimiento y desarrollo socio-económico de éste.
(Pasado, Presente y Futuro de la Política Migratoria Colombiana)
En gran parte, esos millones de colombianos en el exterior conforman familias divididas, puesto que uno o algunos de sus miembros ha partido hacia el extranjero, y los demás se han tenido que quedar en Colombia; y esa es la situación más dura que tiene que vivir un emigrante, separarse de sus seres queridos. Al menos mientras que quienes se encuentran en el exterior logran obtener la llamada “reagrupación familiar”, para lo cual deben llenar una serie de exigencias ordenadas por la legislación del país extranjero donde se encuentren.
Sin poder adentrarnos a dar una explicación sobre ello, pues desconocemos los detalles de cómo se desarrollará, y el real beneficio que preste, en el actual Plan Nacional de Desarrollo 2022 – 2026 aprobado hace tan solo dos días, se incluyó en su apartado “Oferta de servicios para la población colombiana en el exterior y retornada”, la creación del “Banco Virtual Socios de Colombia”, el cual, según dice el texto, estará “al servicio de los connacionales en el exterior para que el envío de remesas sea más eficiente y los ahorros en la onerosa intermediación financiera actual lleguen a sus familias en el país.”
A continuación lo que describimos con Lucy Torres en nuestro libro “Gestión Migratoria Inexistente”, de la colección “Colombianos Invisibles”, descargable aquí, relacionado con este tema:
“Lo increíble es que el país recibe anualmente de parte de esos colombianos invisibles, que no tienen oportunidad de participar como población integrante de la nación, una suma superior a 22 BILLONES DE PESOS por remesas, y más de 60 MIL MILLONES por concepto de ingreso en las sedes consulares.”
“Aunque más del 10% de la población colombiana se ha residenciado en el exterior, no se ha dimensionado el grave impacto social de la división de más de cinco millones de familias, ni las consecuencias sicológicas para el colombiano expatriado.
Aunque es evidente que el costo social y humano de las remesas es enorme, no se ha investigado ni cuantificado debidamente. Tampoco se han analizado los efectos de una economía regional dependiente de los ingresos del exterior.
(Atención en Consulados colombianos continúa empeorando por culpa del SITAC)
Por un lado están los remitentes invisibles, los padres o esposos que emigraron sin perder sus vínculos afectivos, que se han convertido en proveedores mientras sus necesidades personales son ignoradas en su país de origen, y por mucho tiempo también en su país de destino.
Y por el otro lado, están las familias que han perdido a uno de sus miembros y que deben resolver sus asuntos personales y familiares a la distancia. El esposo o la esposa sin su compañero, los padres que dependen del apoyo del hijo ausente, los hijos que están creciendo sin uno de sus padres, o sin los dos, con sus tíos o sus abuelos.
En grandes regiones del país, los hijos son criados por WhatsApp; reciben dinero para sus gastos, celebran con más lujos sus cumpleaños; tienen el último celular y lucen zapatos de marca; pero hace años que no reciben lo más valioso: un verdadero abrazo, el calor amoroso de sus padres en la distancia.
Quién responde? ¿Qué efectos está causando esta situación en toda una generación de colombianos?
Las necesidades de estas poblaciones que representan tan gran porcentaje de la población nacional son totalmente invisibilizadas y por tanto desatendidas.
Ni las familias ni los niños reciben apoyo para paliar las consecuencias sicológicas y sociales que conllevan las dinámicas de la compleja problemática migratoria.”
“Muchos se van aislando y limitando su contacto con las instituciones colombianas a utilizar servicios consulares en casos estrictamente necesarios.
Lo que los analistas encuentran es que las leyes colombianas ignoran a los emigrantes, y las instituciones se limitan a considerarlos únicamente como pasivos e invisibles remitentes de remesas o como usuarios de servicios consulares costosos, y se perciben como insensibles a su condición de ciudadanos sujetos de derechos. Los colombianos en el exterior son tan invisibilizados, que literalmente no son contados como parte de la población colombiana.
Es incuestionable que en forma esporádica se han promulgado algunos decretos y leyes migratorias que han creado un Sistema Nacional de Migraciones y establecen lineamientos para atender a quienes viven fuera del país, que podrían ser la base de amplios programas y de una implementación eficiente.
(Compra de vivienda en Colombia a través de las remesas: Nueva ley)
Lo que no es aceptable es que luzcan bien sólo en el papel porque no se aplican, entre otras razones porque no se complementan con una adecuada reglamentación que genere una ejecución ágil y garantice el goce efectivo de los derechos de los emigrantes.”
“El Canciller Carlos Holmes Trujillo, expidió la “Orientación de la Política Exterior y Plan de Acción”, donde incluye las “Acciones Consulares” a llevar a cabo para mejorar la atención y servicio de nuestros Consulados en el exterior a los colombianos que residen fuera del país.
Permitiremos que las remesas sean acreditadas como ingresos para solicitar créditos hipotecarios o de inversión por parte de los colombianos receptores. Esto permite la bancarización de envíos hacia inversiones productivas y facilita la inversión de quienes quieren regresar para su edad de retiro.”
Maximizar las remesas promoviendo su uso productivo y social, y reduciendo los costos de transacción.
Minimizar el costo social y familiar de las remesas, con atención social y sicológica a las familias de los emigrantes.
“Para finalizar, merecen un gran aplauso los colombianos en el exterior que con su esfuerzo siguen enviando remesas, aumentando cada año su abnegado y generoso aporte a sus familias, tan importante para la economía nacional que se asimila al boom cafetero y al petrolero.”
Más detalles sobre este y otros temas relacionados con los colombianos en el exterior y la población retornada, en nuestro libro “Gestión Migratoria Inexistente – Colombianos Invisibles”
(Impuestos sobre las remesas que envían los colombianos desde el exterior)
Adquiriendo este ejemplar, no solo conocerán en detalle el pasado, presente y futuro de la Política Migratoria Colombiana, sino que estarán coadyuvando con las investigaciones, denuncias, publicaciones, gestiones, propuestas y resultados de la Plataforma “Colombianos en el exterior y retornados – COLEXRET”, y ésta su Casa Informativa www.colexret.com, base principal para la creación de nuestro libro.
Recuerdan cuál es la base del éxito?
“INSISTIR, PERSISTIR, RESISTIR, y NUNCA DESISTIR”
Ricardo Marín Rodríguez
Fundador/Director “COLEXRET”
Autor “Colombianos Invisibles – Gestión Migratoria Inexistente”
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