A muy temprana edad, como muchos, Humberto De la Calle tuvo que huir de su tierra natal por causa de la guerra. Sus triunfos son los logros de una docente de provincia. Estudió en una universidad pública, donde fue un empoderado de la causa: al punto que lo detuvieron en diversas ocasiones por velar por una educación pública de calidad. Pronto De la Calle, se convirtió en jurista y profesor destacado.
Cuando ejerció como Registrador Nacional, en los años 80´s, expidió la primera cédula para una persona transgenero y en los años 90, en la peor debacle de la historia colombiana, De La Calle lideró la construcción de la Constitución de 1991. Esta carta se caracterizó por ser moderna, abierta y pluralista; fue un instrumento que cerró un ciclo de violencia y garantizó la libertad de culto, reconoció la diversidad étnica, fortaleció los derechos de las minorías y creó la tutela como garantía de defensa de los derechos de todos los colombianos.
Y en esa lucha contra las injusticias, sumada a su experiencia, su fuerza intelectual, su paciencia y su carácter, fue lo que le permitió a De La Calle poner fin al conflicto más antiguo del continente. Un conflicto que dejó más de ocho millones de víctimas y que todos creían imposible de acabar: la guerra contra las Farc. Su labor como jefe negociador les demostró a los colombianos el perfil de estadista, de conocedor del Estado que posee.
Sin embargo, el fin de la guerra no es el fin de todas las injusticias. Con la fuerza del No todo vale, Humberto sueña con un país de oportunidades, que ataque la corrupción y lleve seguridad, educación, salud, justicia, gobierno y democracia a cada rincón de nuestra Colombia: Un país donde quepamos todos.
Humberto De la Calle ha desempeñado los siguientes cargos:
Juez Penal y Municipal de Salamina – Registrador Nacional del Estado Civil 1982-1986.
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