El ausentismo parlamentario y el alto salario que devengan los legisladores son las mayores críticas que la ciudadanía constantemente expresa sobre el Congreso. Y cogida de su mano, la inasistencia a ese “trabajo” , tema que trataré hoy.
Estas son algunas de las iniciativas que han hecho tránsito por el Senado y la Cámara, gracias al clamor de la inmensa mayoría de ciudadanos, buscando acabar con la sinverguencería que está debilitando cada día mas la credibilidad en esa Institución. Pero todas ellas tienen un hecho en común, no han logrado superar el respectivo trámite que las convierta en Leyes de la República.
De acuerdo a la última encuesta realizada por Pulso País de DATEXCO, el Congreso de nuestro país se encuentra entre las instituciones peor calificadas por los colombianos, con un 73% de imagen desfavorable.
Uno de esos proyectos que busca reformas en el Congreso, y que si no ocurre algo extraordinariamente maravilloso, y hasta “extraterrestre”, se hundirá como los demás anteriormente referidos, es el proyecto de ley que sanciona ejemplarmente a los congresistas que se ausenten de los debates sin causa justa.
Ese proyecto fue presentado por la Bancada del Centro Democrático en el año 2015, y desde allí, solo ha superado dos de los cuatro debates que se requieren para convertirse en ley; y lo mas inaceptable y de una burla descomunal para nosotros los colombianos, es que el principal motivo fue su aplazamiento en varias ocasiones por la inasistencia de los legisladores a las sesiones; precisamente lo que dicha ley pretende castigar.
El pasado 2 de mayo, en la plenaria del Senado no se pudo votar en segundo debate el susodicho proyecto por no haber quórum suficiente para el respectivo trámite, ya que de 102 Senadores tan solo se pudieron obtener 50 votos.
Como ya lo mencioné, en ese proyecto de ley se establecen sanciones para los Congresistas que no asistan a las sesiones, asi mismo multas para los ministros que se nieguen a acudir a los debates de control político, además de reforzar el procedimiento para la presentación de excusas por ausentismo.
Expresaba en su momento el senador del Centro Democrático Alfredo Ramos Maya, autor de esa iniciativa, que le resulta paradójico que los legisladores abandonen el recinto cuando se trata de una norma que plantea sanciones directas para ellos. Agregó que “Con gran presión ciudadana se aprobó este proyecto el último día de la Legislatura del 2015 en primer debate de la Comisión Primera del Senado”, y que “tras muchas insistencias, antes de ser archivado por no debatirse en plenaria, se logró incluir en el orden del día”
Una de las principales razones por las que el Congreso ha tenido un desprestigio histórico es que los colombianos saben cuánto nos ganamos y nos cobran diariamente el hecho de no estar en las sesiones”, reconoce el Senador Ramos.
Ese proyecto de ley ya casi cumple dos años de trámite en el Congreso y si no es aprobado en cuatro debates en el Senado y la Cámara antes de finales de junio, la ley se hundirá por tiempos; y es lo mas seguro.
Su hundimiento es casi un hecho, pues aún debe superar dos debates en la Cámara de Representantes antes de que finalice la actual legislatura el próximo 20 de junio, algo que se aprecia imposible, no solo por el corto tiempo, sino por la falta de voluntad de quienes recibirían ese duro y justo golpe de aprobarse el referido proyecto.
Precisamente en la edición de “COLEXRET”, del 26 de Mayo del presente, con el titular “Qué les hemos dado y qué hemos recibido”, haciendo referencia a los dos Representantes a la Cámara por los colombianos en el exterior, denunciábamos que:
“Desde su posesión (20 de Julio de 2014), como reelegido Representante a la Cámara, al 16 de Marzo de 2017, el Representante Jaime Buenahora ha dejado de asistir a CINCUENTA Y CINCO (55) Sesiones Plenarias, de las cuales ha presentado excusa para CINCUENTA Y UNA (51) y sin excusa CUATRO (4).
El total de Sesiones registradas durante este periodo, son de DOSCIENTAS DOCE (212); lo que indica que Jaime Buenahora ha dejado de asistir a su “trabajo” poco mas del 25%; o lo que es lo mismo, de los TREINTA Y DOS (32) MESES que componen el periodo aquí señalado, ha dejado de trabajar OCHO (8).
OCHO (8) MESES, con un promedio de VEINTISIETE MILLONES QUINIENTOS SESENTA MIL QUINIENTOS TREINTA Y OCHO ($27´560.538) PESOS de salario, nos señala que Jaime Buenahora Febres ha percibido un total de DOSCIENTOS VEINTE MILLONES CUATROCIENTOS OCHENTA Y CUATRO MIL TRECIENTOS CUATRO ($220´484.304) PESOS, ¡SIN TRABAJAR!.
Por su parte, desde su posesión como Representante a la Cámara, también por los colombianos en el exterior, al 16 de Marzo de 2017, Ana Paola Agudelo ha dejado de asistir a TREINTA Y OCHO (38) Sesiones Plenarias, de las cuales presentó excusa para TREINTA Y SEIS (36) y sin excusa DOS (2). El total de Sesiones registradas durante este periodo, son de DOSCIENTAS DOCE (212); lo que indica que Ana Paola Agudelo ha dejado de asistir a su “trabajo” poco mas del 18%. Cabe anotar que durante este periodo la Representante Agudelo fué madre por primera vez, y creemos que gran parte de la inasistencia registrada fue debido a su baja por maternidad. En consecuencia y por no tener plena seguridad al respecto, evitamos realizar el mismo análisis que hicimos con el periodo sin trabajar y pagado al Representante Jaime Buenahora Febres, hasta tanto la propia Representante Agudelo nos brinde detalles sobre esa situación.”
No presentarse a las sesiones, o presentarse, “marcar tarjeta” y ausentarse es la misma “villanía”, si o qué?
Estarán, en este caso los Representantes a la Cámara por los colombianos en el exterior, dispuestos a votar a favor de un autocastigo por lo que ya han venido haciendo?
Si le dieran “cara” a “COLEXRET” para entrevistarlos, de seguro saldríamos de dudas. Por ahora seguiremos pensando que NO lo van a hacer, pues esta visto que “ser sinverguenza paga…Y muy bien!!!!”.
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