Desde mi punto de vista como colombiano residente en el exterior, pocas cosas encuentro para aplaudir del actual presidente de Colombia, Gustavo Petro. Sigo pensando que ningún presidente en mi país ha sabido explotar, con políticas acertadas, el enorme valor de la diáspora, a pesar de que nuestras remesas constituyen el segundo renglón en ingreso de divisas para el país.
¿Quién influyó en el nombramiento de la Coordinadora Internacional de Colombia Nos Une?
Quizás ni el mismo presidente tuvo que ver con el nombramiento (no lo sé) de Rosa Yolanda Villavicencio Mapy como “Asesor, código 1020, grado 15, de la planta de personal del Despacho del Ministerio de Relaciones Exteriores”, según resolución número 8363, firmada por el ex ministro de Relaciones Exteriores, Alvaro Leyva Durán, el 3 de noviembre de 2022. No aparece en la resolución un listado de funciones ni tampoco la asignación salarial.
Aunque en un comienzo no me enteré de cuáles serían las funciones de Villavicencio en su calidad de “asesora”, en su momento aplaudí el nombramiento bajo el argumento de que “por primera vez nuestro gobierno nombraba a una reconocida líder de la diáspora, conocedora, defensora y pregonera de las necesidades y anhelos de los colombianos en el exterior, para ocupar un cargo desde el cual podría ayudarnos a los más de 6 millones que vivimos fuera del territorio patrio”.
(Interesante: “Manual de retorno para colombianos desde el exterior.”)
Yolanda Villavicencio investigada por la Procuraduría.
Y confieso que no he seguido, al pie de la letra, la labor de la doctora Yolanda en la Cancillería, hasta ahora que aparece investigada por la Procuraduría (investigación disciplinaria No. IUS E-2023-229517), por presuntos actos de corrupción. No sé sobre lo bueno o lo malo que ha hecho en su labor como funcionaria del estado, pero, como siempre sucede, así ella pudiese destacar muchas cosas a su favor, siempre los pecados se convierten en el mayor dolor de cabeza para cualquier persona acusada, o simplemente señalada, de cometerlos.
De acuerdo a lo que leemos en el artículo de COLEXRET, “Ese expediente fue abierto con el objetivo de establecer si la Cancillería colombiana, y/o a través del grupo de trabajo “Colombia Nos Une”, dirigido por la Sra. Yolanda Villavicencio Mapy, han dado algún tipo de subvención, o contratado directa o indirectamente con, entre otros, la ONG “AESCO”, fundada y dirigida por la propia Villavicencio.”
Tiempo después me di cuenta que Yolanda Villavicencio, despedida, gracias a su labor, con bombos y platillos por sus coterráneos en España a su regreso a Colombia, había sido nombrada como “Coordinadora del Grupo Interno de Trabajo Colombia Nos Une”. Y en nota de la sala de prensa del ministerio leí recientemente:
“El viernes 26 de abril del presente 2024, se realizó el acto protocolario de la firma que da vida a la Resolución 2996 de 2024. Esto es importante porque reglamenta la convocatoria de la Mesa Nacional de la Sociedad Civil para las Migraciones”.
“Al acto protocolario asistieron el canciller Luis Gilberto Murillo, el director de Migración Colombia, Fernando García, la representante Carmen Ramírez y la coordinadora del Grupo Interno de Trabajo Colombia Nos Une, Yolanda Villavicencio”.
“El canciller habló sobre la necesidad de empoderar a los migrantes y de que se entienda esto desde la función púbica que debe facilitar las cosas; no poner obstáculos”.
“La coordinadora de Colombia Nos Une, habló sobre las dificultades jurídicas y políticas del proceso de construcción de la Resolución y afirmó que ahora el reto es la conformación de la Mesa”.
De eso no cabe duda, la conformación de la Mesa, con un retraso de la Cancillería de 13 años al mandato de la Ley 1465/2011, es un verdadero reto.
Primer Encuentro para conformar la Mesa de las Migraciones, fue un engaño.
Durante los días finales de abril del 2016, nos reunimos en la sede de la Cancillería en Bogotá, delegados de diversas regiones y entidades nacionales y procedentes de distintos países, con el propósito de dar pasos contundentes para la conformación de la Mesa Nacional de la Sociedad Civil para las Migraciones. Allí, organizaciones colombianas de muchas ciudades y países presentaron cerca de 50 propuestas, las cuales conservo en mis archivos, que jamás fueron tenidas en cuenta para nada por Colombia Nos Une, entre ellas las de AESCO, la organización dirigida por Yolanda Villavicencio.
Propuestas, al igual que los discursos pronunciados, que se convirtieron en un sofisma de distracción y, desde el punto de vista de varios delegados un engaño, gastos innecesarios y una pérdida de tiempo. Quizás lo más sano y productivo fue conocer allí a líderes destacados en la diáspora, entre ellos a Yolanda Villavicencio. Pero el incumplimiento de la Cancillería al mandato de la Ley 1465 de 2011 todavía continúa y organizar la política migratoria de Colombia, incluyendo la conformación de la Mesa, está, quizás, en manos de personas que poco o nada conocen del tema, de sus antecedentes y de diligencias realizadas hasta ahora, sin resultado alguno. No puedo ir más allá sobre la apreciación de conocimientos de tales funcionarios, que los breves resúmenes curriculares que aparecen en la web sobre cada uno de los cerca de 20 colaboradores de “Colombia Nos Une”.
No podemos dejar de reconocer los avances y logros de “Colombia Nos Une” pero todavía me pregunto ¿hasta dónde son suficientes?. Recientemente mi esposa y yo estuvimos dos meses en Colombia, después de 43 años viviendo en el exterior, explorando las posibilidades de un regreso definitivo. No tuvimos que indagar mucho para darnos cuenta que un regreso, por ahora, es imposible para nosotros, y no dudamos que es igual para millones de colombianos que se encuentran en idéntica situación a la nuestra como, por ejemplo, la casi imposibilidad, entre otras cosas, de obtener un seguro de salud razonable. En cosas como esa y en otras, la Ley 1565 de 2012 o Ley Retorno, también cuya reglamentación corresponde a la Cancillería, no representa ninguna ayuda, sus beneficios no son exactamente los que requerimos muchos de nosotros, ansiosos por regresar a nuestra patria.
(Le puede interesar: “Manual para Personas Retiradas: Una gran obra para jubilados o próximos a serlo.”)
Biografía de Yolanda Villavicencio.
En una página web, bajo el título de “Colombianas que cambian el mundo”, se presenta a Yolanda Villavicencio Mapy como “experta en cooperación, mujer y desarrollo” y en el primer párrafo de su biografía dice:
“Nacida en Bogotá el 13 de septiembre de 1962. Yolanda Villavicencio es licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales; Master en Cooperación Internacional al Desarrollo y Codesarrollo; y especialista en Mujer y Desarrollo. Tiene una amplia y consolidada experiencia en las áreas de migraciones, cooperación y mujer. En la actualidad preside la ONG AESCO, organización con 30 años de historia, y pionera en iniciativas y modelos de actuación del codesarrollo en España”. Aclaro que ella renunció a la organización para asumir el cargo que ahora tiene.
Y justo es destacar que en la página web de la Cancillería se le describe como: “Coordinadora G.I.T Colombia Nos Une. Economista, Máster en Migraciones y Relaciones Intracomunitarias Universidad Autónoma de Madrid, Especialista en Cooperación Internacional para el Desarrollo. IUCM. Residente por más de 25 años en España. Activista por los derechos humanos de la inmigración, y la primera diputada de origen no español en la Asamblea de Madrid en la VIII Legislatura, por el PSM-PSOE. Miembro del foro estatal de la inmigración en varios períodos. Amplia experiencia en la implementación de políticas públicas migratorias en el ámbito europeo”.
No pongo en duda esos méritos de Yolanda Villavicencio, pero duele profundamente, y anhelaría que no fuese cierto, saber de las acusaciones que ahora pesan en su contra. Traté de comunicarme con ella por medio de las vías de que dispongo, para conocer su reacción a la investigación, pero eso no fue posible. Un funcionario de Colombia Nos Une me escribió diciendo que ella está de vacaciones y que me llamaría en fecha que no se cumplió. Incluso me informó el número de teléfono del cual me llamaría, pero eso no ocurrió. Me hubiese encantado escucharla aunque por cuestión de “reserva de sumario” en la investigación quizás no pueda decir mucho. Quiero mantenerme bajo la presunción de inocencia. De corazón anhelo que sea inocente de lo que se le acusa.
Yolanda publica en redes sociales sus apegos políticos y fotografías que, al parecer, la llenan de orgullo, con el presidente Petro y la primera dama. No hay nada de malo en ello. Pero, además de eso, sería prudente y beneficioso conocer una lista de sus logros y la respuesta de por qué desde su vinculación en noviembre de 2022, aun no se ha logrado cumplir con lo que ordenan las leyes 1465 y posteriores.
Revisé las propuestas de AESCO España y AESCO Colombia llevadas a la reunión que mencioné en abril de 2016 y bien vale la pena que la propia Yolanda Villavicencio las repase y ponga en práctica sus propias iniciativas.
En una de ellas, AESCO lanza una profunda crítica (que no compartimos) contra las organizaciones de colombianos en el exterior. Dice:
“Como AESCO valoramos positivamente este espacio para lograr conformar la Mesa y hacemos nuestra la crítica de la incapacidad de las organizaciones para haber generado este espacio de forma autónoma, al punto que cómo me dijo -una funcionaria del ministerio de relaciones exteriores- es que hemos tenido que organizarlos, porque las asociaciones fueron incapaces de lograrlo-. Desgraciadamente desde nuestro punto de vista lleva razón”.
(Vean aquí: “Un proceso que deben conocer todos los colombianos residentes en el exterior.”)
Me pregunto hasta dónde la Coordinadora de “Colombia Nos Une” ha trabajado para cumplir con la que ella misma llamó “una propuesta de arquitectura institucional de participación de las organizaciones de migrantes”. Lo anterior, entre otras cosas y propuestas suyas y de su organización.
Más señalamientos contra Yolanda Villavicencio.
La Señora Villavicencio debe responder por otros señalamientos como el que publica COLEXRET:
“Como se conoce también que algunos Consulados colombianos en el mundo, principalmente en España, han llevado a cabo eventos, actividades y demás, donde se ha visto la presencia de la ONG “AESCO”, y otros personajes involucrados en la investigación de la Procuraduría, este Ente investigador indaga si para el desarrollo de esas, u otras actividades (cursos virtuales), el Estado colombiano, e incluso el español, a través de cualquiera de sus oficinas y/o dependencias, Comunidades Autónomas, o Ayuntamientos, ha entregado donaciones, subvenciones o ayudas económicas de cualquier naturaleza a nuestros Consulados en España, entre ellos al muy polémico ubicado en la ciudad de Valencia, a cargo de la muy cuestionada Sra. Gillian Magmuth Galindo”.
Fernando Escobar Giraldo
Abogado, periodista, escritor, catedrático universitario,
conferencista internacional.
Nota: Otras opiniones de este columnista haciendo clic aquí.
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